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MÓNICA MÉNDEZ 


Mónica Méndez (Santiago de Chile, 1978). Escritora, artista visual, ilustradora, profesora de arte para niños, cantante y estudiante de idioma japonés. Desde la infancia ha mostrado un interés multidisciplinario en las artes. Algunas de sus esculturas en Papel han formado parte de la galería online de arte contemporáneo-japonesa Tricera Art, ubicada en Minato, Tokio. Durante el año 2023 edita, ilustra y autopublica su primer poemario llamado “Palpitar Sonámbulo”. Actualmente se encuentra trabajando en su segundo libro.

Exilio

Sin darme cuenta me vuelvo esclava de estas soledades y muros infinitos.

Cada día construyo el siguiente con los trozos marchitos

que quedaron rezagados del anterior

Soy un ser solitario cuya falsa independencia

lo ha vuelto adicto a las miradas, a los gestos

y a las palabras lanzadas en un murmullo.

Como un exiliado busco asilo

en el terreno generoso de tu sonrisa,

pero en las cumbres de la desolación,

se alza gallarda una luz,

forjada de precioso cristal.

Es una lágrima que no desespera

y baja certera,

segura de haber encontrado mansión.

Tengo la muerte viva adentro. 

Tengo la vida muerta adentro.

Café de terraza

Llegan estas edades de soledades infinitas

donde cada suspiro pensando en el pasado

se congela en la brisa de una nueva mañana vacía.

Un café en mano en la pequeña terraza

mirando hacia el horizonte cubierto de poblados

y sintiendo el graznido de un tiuque que me visita.

Se entumece la atribulación que se cierne

al son del helado viento que abraza.

A veces sólo hago como que no está ahí

pero me busca y me encuentra 

y fractura cada pensamiento asolado.

Desgastado de promesas inconclusas

parchado y reparado.

Anhelante.

Siempre estuve sola

Invariablemente así me sentí

Es un desorden atemporal.

Viene de la infancia y saltó a esta época

como un náufrago cautivo de la mar de confusión.

Es mío, no tuyo y me murmura al oído como en secreto.

Cuando estoy con mucha gente

me hace sentir angustia

por no saber cómo encajar.

Y cuando estoy sólo yo

me castiga por no saber qué hice mal.

No me parezco a nadie en cada lugar

Quisiera saber qué decir,

pero a veces simplemente las palabras no se dan

Con frecuencia me siento muy pequeña y

dudo de lo que sé, porque comprendo

que, en verdad, es tan poco lo que sé.

Quisiera que alguna vez sonara el teléfono

y no fuera el ofrecimiento de adquirir una deuda

o el de comprar un lugar donde yacer,

pero no tengo ese poder magnético

del hacerme extrañar

más que por el capitalismo

en llamados a raudal.