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ADÁN TORO TOLEDO


Adán Toro Toledo (San Antonio, octubre 1985), chileno, se recibió como profesor de Castellano en la Universidad de Playa Ancha en el 2013. Ejerce su oficio en tiempo completo en el Liceo Poeta Vicente Huidobro de Cartagena. Publicó su primer libro de poesía, Dialéctica de la ausencia en el año 2021. Actualmente se encuentra trabajando en su segundo proyecto poético Oscuridad.

POEMAS EN TORNO AL PADRE

I

Hubo toda una luz que lentamente se iba a apagando 

frente a mí y que me estuvo hablando desde antes que  

yo naciera, a veces con palabras o gruñidos lejanos, 

otras simplemente con cosas traídas desde su lejanía.

II

Estuve tan acostumbrado a recibir invisiblemente los 

rayos de ese sol presente en su lejanía. Hasta que día

ya no hubo luz, no hubo calor, no hubo nunca más 

un día y ya no hubo un sol al cual reclamarle esa ausencia 

III

Veo a mi padre en cada viejo que no puede nacer 

todavía y que está a punto de morir,

lo escucho decir mi nombre, a veces desde mi tristeza.

IV

Un día el amor será más fuerte que la muerte o al

menos lo suficiente para apreciar la vida más allá del 

cuerpo que muere alejado de los vivos.

Podremos arrancarnos la piel y ser sin tantos

cuidados como esta voz que plasma, quizá su única esperanza.

V

El cielo oscurece y parecieras decir mi nombre desde el silencio que eres ahora.

Estás en cada puñado de olvido que va cubriendo los 

detalles nuestros,

y que rescato como piedras cristalizadas por mil años 

de soledades que miran hacia atrás y recién pueden conectarse

entre sí, sin saber a ciencia cierta si aquello que los une es un 

hilo verdadero o inventado.

SUEÑO

I

Me vi en las profundidades de un sótano oscuro, 

iluminado con una luz sola y los esqueletos de una

cama vacía. El piso era agua. El rostro que más amé 

iba desapareciendo, mientras adquiría el color del 

olvido. Un corazón ajeno y profundo se metía dentro

de mí y me llamaba por mi nombre.

II

De pronto recordé eso que un día me hizo estar vivo.

Lloré cuando supe que se había ido,

cuando me dijeron que mi alma estaba muerta en mi 

interior, y sin querer dio vida a otro que era yo mismo 

quien se alejaba día a día de lo que soy.

III

Me alejé tanto, al punto de olvidar quién era yo, y ya no 

sé si vale la pena recordarlo. Lo cierto es que eso que un 

día fui reclama por salir a la superficie, mientras día a 

día, lo que me obligo a ser lo va matando. Emerge de las 

ruinas ocultas de aquello que busco. No queda mucho, 

pero eso que queda podría ser yo.

IV

Me sorprendió saber que todavía quedaba algo, pese a 

todas las veces que he ido matando lo que era, la vida 

se empeña en dejarlo vivo a este mundo al cual ya no 

pertenece, al cual, sin embargo, amó más que a nadie.

Cuando despierte, cuando este sueño se acabe, 

solo quedará un mundo y cuerpo vacíos borrados 

lentamente por la luz.

Despertar será doloroso

1 DE FEBRERO

El día que murió mi padre,

él comenzó a estar presente en todos partes,

o más bien la falta que nos hacía comenzó a estarlo.

En las palabras que creemos que dice

en el silencio que dejó

Una llama no es suficiente

aunque la encienda a diario

para traer su voz de regreso.

Ni las flores que dejamos a secar,

ni la vida que nace en nosotros

podrá hacer que la nuestra se escuche

cuando tengamos que callar definitivamente

(ni este libro siquiera)

Solo nos separa un cuchillo

de volver a vernos,

pero nada me garantiza que esté en su casa,

podría estar en cualquier parte

haciendo cualquier cosa,

y a mí probablemente se me olvide cómo devolverme a 

la mía

(no soy precisamente un genio recorriendo caminos 

como lo hacía él)

Tendría que esperar a que regrese para que me lleve 

de vuelta,

mientras mis asuntos se pudren en la espera.

No queda más que esperar.

-¿Está?-

-¿Va a demorar mucho?-

-Vuelva pronto, papá-